jueves, 9 de junio de 2011

Depresión

Día a día, cuando el sol desaparece por esta terrible incoherencia de la cual soy víctima con una insania atroz, envejecen mis ímpetudes y mi corazón es abolido como un parasito. Me desentiendo, me deprimo y cada vez encuentro cabal esa idea de morir sin ser querido. Es cierto, la quise y la quiero y la querré siempre, todos los días de mi vida. Ella entró en mi vida, me la devolvió, le obsequié rosas por siempre. Quiero verla antes de morir, ya está dicho, quiero hacerla sonreír y acto seguido me moriré, me moriré porque así dejaré de quererla y de sufrir por su indiferencia, sé que ella jamás leerá estas líneas, pero, por favor, a los pocos lectores, les pido que si ven a Claudia, le digan que a su lado viví una hermosa relación, tan solitario, pero en hermosa compáñía. Que me perdone por haber sido esas veces un canalla y las otras un tierno muchacho. Díganle que lloro todas las noches, y no exagero, incluso ahora lloro porque quisiera que estas líneas lleguen a Claudia Bazán, pero ellas no las leerá y si las lee, las destruirá como destruyó la novela que le dediqué y obsequié. Mi vida es una tristeza inmunda. Soy una cagada, soy un canalla, porque la golpeé, me atreví a golpearla, y eso no tiene perdón. Creí que ya recuperado de mis locuras, de mis tristezas ella regresaría, pero, mierda, ella es tan indiferente, ¿por qué no puso esa misma efusión cuando vio que lo nuestro se rompía para reconstruír todo? La respuesta es intrísica a mis quehaceres. Soy un enajenado, tal cual Marx indicó. No importa si sé mucho de algo o soy una completo ignorante en el amor. Ya nada puede revertir que ella vuelva a quererme. Sólo quiero salir con ella, que ella me dé una oportunidad para demostrarle que no soy ese idiota que fui. He madurado. Peor ni siquiera esa cosa puede revertir este dolor. Ya nada puede consolarme. Solo su amistad. Estudio Literatura, la carrera que siempre quise, por fin estoy realizándome, para qué?, si la mujer que más amo nunca volverá para anidar gorriones con ágape y candor.

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