jueves, 28 de julio de 2011

El corazón que necesita ser zurcido

Yo no soy médico; intento ser escritor. Yo no curo los dolores físicos de la gente; trataré de curar los espirituales. Yo no soy de estirpe, galante, precioso, adinerado ni afortunado; yo tan solo tenga mi perseverancia, mi inteligencia y mis manos que quieren hacer patria.
Yo no soy médico, tal vez sí paciente. Yo no soy ganador, pero me jacto de haberte tenido entre mis dedos.
Yo quiero tu felicidad, aunque cueste mi dolor. Quiero que sonrías como sonrreías ayer por la noche, porque estar a tu lado era, como te dije, estar al lado de Sabina. Y es cierto, me sentía torpe, endeble, niño, porque tú tienes esa magia, esa divinidad.
Yo te esperaré de pie, cuando el viento te lleve a mi lado. Te veré venir, te veré venir, te veré venir...
Yo no soy médico para curar tus heridas de amor; yo tan solo soy escritor para dejar en la memoria de los hombres tu nombre. Yo no puedo hacer operaciones al cuerpo humano porque mis dedos sólo sirven para escribir.
Pero hay algo que sí, al igual que él, puedo hacer: yo puedo diagnosticar. Y a ti te espera un brillante futuro. Y yo, todo lo que haga, será para impresionarte.

Te amo para siempre, mi diosa coronada. Te amo, aunque mis ojos se llenen de lluvia, he aprendido a querer la vida, me lo enseñó, curiosamente, una médico-psiquiatra.

Pero nadie puede enseñarme a olvidarte, porque formas parte de mí. Porque fui dichoso una vez, y por mi inmadurez perdí todo, todo, todo, hasta la vida.

sábado, 23 de julio de 2011

El mejor circo de Lima

Es julio. Es temporada de circos. Y el mejor circo de Lima es el que nos ofrece la Feria Internacional del Libro. Un verdadera forma de hacernos entender que artes es sinónimo de escándalo. En el Perú es muy difícil sobresalir como escritor, las casas editoriales no quieren publicar a jóvenes talentos solamente porque su producto no se venderá, es decir, que publicarlos será una pérdida de dinero. Si quieres publicar tienes que costearte la publicación, pagar al corrector de estilo, al diagramador, al editor, y bla, bla, bla. O legar tus derechos a la empresa para que haga de tu libro que se le dé la gana con tal de que tu nombre aparezca en la portada. Y de tu maravillosa novela, sale una maravillosa mierda.
Pero hay otros un tanto más pragmáticos. Recordemos que el pragmatismo dice que lo bueno es lo útil, pues, para estas editoriales lo bueno, lo útil, es lo que le genera ganancias. Y lo que genera ganancias es pues el escándalo. Vargas Llosa tiene una crítica, un poco subjetiva y prejuiciosa, pero bien construida, sobre el arte contemporáneo, llamado "Caca de elefante", probablemente los cánones que se usan para juzgar las artes plásticas no sean iguales para juzgar las letras, pero coinciden en que tanto en las artes plásticas como la Literatura para ser conocido hay que ser partícipe del escándalo.
En este circo han traído a un argentino que, lejos de criticar la realidad de su país, viene a entrometerse en asuntos peruanos. Y dice ser escritor. Claro, escritor es cualquiera que haga un libro. Él ha hecho varios. Pero, ¿tiene la calidad que se requiere para catalogar ese libro como una obra de arte? Corbacho es otro bufón, otro payaso. Qué insulto tener que soportarlo en la inauguración de la Feria del Libro hablando sus intimidades junto a un no tan respetable Beto Ortiz. Es repugnante que un evento cultural tenga como figuras centrales a dos seudoliteratos que escriben solo por amor al dinero, ni siquiera se interesan por el arte. Y es mucho más lamentable que las editoras prefieran publicar a las personas que hacen del arte un caótico universo en donde prima el escándalo.
Allí donde se pasearon Ribeyros, Reynoso, Vargas Llosa, ahora se muere la Literatura, se desangran nuestras letras importando a bufones que solo saben contar sus mariconadas y suciedades, insultar a mujeres, claro, pues no tuvieron la suerte de nacer mujeres, qué les queda.
Y no se olviden de asistir al circo de La Feria Internacional del Libro, que está desde el 20 de Julio.

lunes, 18 de julio de 2011

Puedes llevar...

No tengo nada que te pueda gustar. A excepción de estos ojos que te miran con ternura, estos labios que ya conoces, esta prosa que es tuya. 
No tengo nada que pueda interesarte, en serio. A excepción de mis temas de conversación, el interés por tu vida, la resaca de tristeza, la lasitud de mi hablar.
No tengo nada que puedas llevarte. A excepción de estas lágrimas enojadas con tu partida, la tentación de mi personalidad, los ojos que te mirarán siempre, los versos que son tuyos.
No tengo nada que puedas usar. Excepto mi perseverancia por si decides emprender algo junto a mí, mi tristeza que suele ser corrosiva, y esta manía de llorar por si muere una abejita.
Y también puedes adquirir de mí, ternura, un souvenir para tu soledad, unas pinturas recordatorias de mis besos, por si decides alejarte. Y por siempre mis pensamiento que perviven porque tu vives. Y estos dedos que desentonan y encantan y sueñan tocarte.

jueves, 14 de julio de 2011

Extraño (Primera parte)

Te extraño cuando se acerca la noche con su desidia a oscurecer mi melancolía. Te extraño cuando palpita mi corazón por algún deseo inconcluso. Y te veo todavía limpiando mis heridas para siempre, llorando, y suplicándome que no me haga daño porque te lastimo: ese es el recuerdo más doloso y tierno que tengo de ti. Te extraño porque te llevaste tanto de mí contigo; te extraño porque dejaste mucho de ti entre mis dedos. Te extraño cuando florecen los amores, o llega la lluvia a corregir mi dicción con su dramático chac-chac. Te extraño cuando me siento a fumar un cigarrillo, y el humo como si fuese una seda forma en el aire algo que se asemeja un corazón partido. Te extraño porque se me agotan los días. Te extraño porque extraño tus besos con su cálido licorque embadurnaba mis huesos de pasión y locura; te extraño porque ya nadie me ha vuelto a decir que soy un tozudo y debería aprender a escuchar; te extraño cuando me afeito, porque ya no hay razón segura y mediata para hacerlo. Te extraño porque mi cama es inmensa, y ruedo y ruedo y ruedo y ruedo y no consigo caerme para despertar de una vez de esta tristeza. Te extraño porque es un efecto secundario de la tristeza que se disipa. Te extraño porque mis ideales no tienen miedo. Te extraño porque soy perseverante y todavía sueño con tu delicada mano en mi cabeza diciéndome: "Ya, ya, mañana las cosas saldrán mejor".

domingo, 10 de julio de 2011

Tu amante

Yo beso el suelo que pisas, y bendigo tus afrentas.
Me deslizo inquieto por tus delicados cabellos
en busca de la matriz que persevera
luego de tanto romper frívolos sueños.

Y luego sonreír, y continuar siendo tu amante
tu amante tu amante tu amante tu amante tu amante
tu amante tu amante tu amante tu amante tu amante
tu amante tu amante tu amante tu amante tu amante,
y regresar a ti.

Ahora entiendo que mi tristeza no tiene hora fija,
tampoco inicio, pero sí tendrá un final.
Y cuando este llegue, espero se repita
la sonrisa que me viniste a contagiar.

Y sonreír e insistir siendo tu amante
tu amante tu amante tu amante tu amante tu amante
tu amante tu amante tu amante tu amante tu amante
 tu amante tu amante tu amante tu amante tu amante
y que regreses a mí.

"Quiero un nuevo corazón y curarme", dije
Y la doctora: "No se puede, estás roto"
"Pegue mis pedazos, por favor,
¿no ve que estoy muy triste?"
"No se puede, estás deprimido"
Sólo se ausentan lúcidamente mis razones
jamás las emociones que me engarzan
con ternura y me permutan a este increible
ser humano que puedo llegar a ser
lleno de genialidad y optimismo.

Y luego sonreír para acercarme a ti y ser tu amante
tu amante tu amante tu amante tu amante tu amante
tu amante tu amante tu amante tu amante tu amante
tu amante tu amante tu amante tu amante tu amante
y que regreses a mí.

No resisto mi cabeza, llena de penas y locuras,
quisiera cortarmerla, dejar de alternar la realidad
con mis tristes fantasías, olvidarme de respirar
olvidarme de la ternura, del amor, morir
y resucitar en un cuerpo con una mente normal


Y luego sonreír, para acecharte y ser tu amante
tu amante tu amante tu amante tu amante tu amante
tu amante tu amante tu amante tu amante tu amante
 tu amante tu amante tu amante tu amante tu amante
y que regreses aquí

Recibe esta canción y usala como escudo
cuando la tristeza venga a inundarte con espinas
con vómitos y lágrimas. Porque siempre
te protegeré...
Mi amor se eleva puro y libre
y aspira llegar a tu boca y corregirte tus lágrimas.

Y hacerte sonreír para luego ser tu amante
tu amante tu amante tu amante tu amante tu amante
tu amante tu amante tu amante tu amante tu amante
 tu amante tu amante tu amante tu amante tu amante
y que regresemos juntos a domir.

jueves, 7 de julio de 2011

Desesperación

Yo quiero hacer algo extraordinario para que tus ojos me vuelvan a ver. No sé, publicar la novela que te escribí. No sé, hacer un poema que deje rendida para siempre. No sé, hacer una historia que te ensimisme. No sé, hacer una cosa extraordinaria. Porque tú lo sabes, yo estoy acostumbrado a hacer lo que las demás personas no hacen, como volverse loco, por ejemplo, como amarte como loco, por ejemplo. Y asimilarte en un instante como mía; llenarte de glorietas para enaltecer tu sonrisa. Y descubrirte ataviada de ideas, para cosecharlas, como quien arranca frutos de un árbol.
No es obsesión. A lo mío lo respalda un sentimiento. Y es claro. Si no das una señal, caeré en una tristeza otra vez. Ya no sé qué hacer. Se me acaban las letras y los aguantes... Pero siempre te haré una canción de amor, porque siempre serás mi amor: esa pequeña que erraba de identidad que conocí en los pasillos de una academia

viernes, 1 de julio de 2011

Lo que me diferencia de ellos (haz clic por favor)


Este soy y estoy más solo que cuando llegué al mundo. Miento. Llegué al mundo con mi hermana, la cual murió al día siguiente de nacer. Quise decir que estoy más solo que la Luna.
Aunque de opaca belleza y ojos como ruiseñores, tengo lo mío, con una sonrisa puedo comprar otra que me guste más; con una mirada puedo obsequiarle al mundo una opulencia que nadie supo arrancarte. Y voy por las calles delirando y triste. Tengo quinientos hijos, tengo una sola mujer, tengo un ideal. Y tengo buena ortografía. Y soy noble y derecho, voy por las sendas de la ley, asimilando lo bueno y lo malo, para luego vomitar un pesado delito que no me lleve a la cárcel porque alegaré demencia. Soy un tipo depresivo de hermosa melancolía, de tierna tristeza, de frases que encandilan los guijarros que mis zapatos pisan. Tengo buenos gustos, escucho buena música, sé de tantas cosas. Y quiero aprender sobre la muerte, esa tirana al final del camino. Pero ya no quiero saber de sus placeres. Me gusta dormir. Y no quiero que me despierten cuando sueño con las plétoras que me regala Morfeo, prefiero eso a divagar en esta existencia cada vez más absurda.
A diferencia de ellos, tengo una insana metáfora que aún no escribo. Y una perseverancia. E ideales políticos. Porque no se trata de interpretar el mundo, sino de cambiarlo, de transformar este podrida existencia, y hacer más llevadera la vida. Se trata de ser solidarios. Soy solidario. Y a veces soy triste. Y otras me río como poseído por una euforia que destruye mis tristezas.
Soy dulce como un caramelo. Soy agrio como el limón. Soy tierno como tus caricias.
A diferencia de ellos, yo tengo palabra y cuando digo que amo a una mujer, no es para acostarme con ella, es para que me sepulten con ella en la misma tumba, en la postrera sombra.
Soy caviloso. Dejé la impulsividad porque no me ha traído buenos tratos, aunque sí una que otra caricia. No gusto del licor, pero hacen delirar las drogas legales. Me refiero a los antidepresivos. Soy de mediana estatura, con una cara de cuy a muchos agrada. Tengo dientes chuecos y cicatrices en las muñecas. Tengo ingenio. Y jamás me doy por vencido. Soy perseverante y olvidadizo. Un día me olvidaré de respirar. Un día me olvidaré de ti. Estoy muerto hace cinco meses. Y quiero ir por las calles portando una espada morada para poder decapitar a ese entrometido que me quitó a la mujer que amo, tan solo para burlarse de ella. Sé olvidar, lo aprendí hace unas horas. Sé perdonar, por lo tanto. Quiero decir que tengo virtudes y defectos. Quiero decir que soy humano. Quiero decir que me quiero porque me acepto tal cual soy. Y tengo cabello hirsuto y negro, negro, negro como la noche, en que empezó mi melancolía.
A diferencia de ellos, yo no soy aprovechador con las mujeres. Ay, las mujeres... Ellas me fallaron, la primera, la segunda, la tercera, todas besaron a otros hombres y creyeron encontrar el amor. Lo que no saben ellas es que nadie podrá amarlas como yo las amé, porque este amor es mío. Tengo yo la estúpida manía de ser desordenado. Y tengo la crisis de arrebatarme los arpegios que recorren mis cuerpo como curitas que nos tapian heridas. A veces soy complaciente en el sexo, pero nadie supo complacerme nunca. No soy un canalla, aunque así se piense. Me lastimo rápido, soy muy frágil, pero también puedo ser peligroso cuando me llevan al límite. Sé controlar mis iras.
A diferencia de ellos, yo no soy un emo, ni busco mi personalidad en un grupete de punk, ni abandono a las mujeres después de prometerles el más árido amor. Yo soy noble y conservo mis promesas. Yo tengo ideales, buena conversación, tengo depresión, y una existencia absurda. Yo no conozco ya ni el amor ni la felicidad, a diferencia de todos ellos, que sí son felices con sus existencias, porque tienen amigos que los quieren. Yo me levanto todas las mañanas pidiendo que me atropelle una avión, que un misil caiga delante de mío, me despedace en minutos. Yo me levanto todas la mañanas extrañando tus ojos, requiriendo de tus cabellitos enamoradizos. Yo me levanto con una pereza, con un dolor en los lumbares, porque deseo sinceramente que sea mi último día, para así dejar de pensar en todas estas penas que me consumen.
A diferecia de ellos, yo soy triste, yo siempre pierdo a la mujer que amo, yo soy un tonto al que le arrebatan todo. Y a diferencia tuya, yo no tengo amigos ni el pasado ni el presente.
Yo no soy egoista más, ni consumo ideales de otros. A diferencia de otros, yo no soy confabulador ni me aprovecho de mujeres ilusas como tú. Cuando digo amo, amo de verdad, y cuando digo olvido, nunca lo hago, cuando digo muero, me despido, pero sigo pensando en ti. A diferencia de ellos, yo te amo de verdad.